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¿Qué es el Marketing Transaccional?
El Marketing transaccional es un tipo de marketing que busca satisfacer a los consumidores y alcanzar los objetivos de un negocio a través de un sistema de intercambio, o de transacción, de bienes o de servicios. En lugar de buscar la forja de un lazo entre consumidor y firma, su prioridad es ir directamente a por la venta, ensalzar las bondades de aquel servicio o producto que desea vender para obtener el beneficio rápido.
Es algo que, sobre todo, se emplea para captar a clientes y que trabaja con el corto plazo en mente. Su orientación gira siempre en torno al producto en lugar del consumidor o el mercado, dirigiéndolo siempre a las masas para captar la atención de aquellos que puedan estar interesados. Puede traer buenos resultados, pero plantea conflictos entre competidores y además deja en un segundo plano el servicio al cliente.
Su contrapartida es el marketing relacional, cuya meta es bastante diferente y que parte de una filosofía totalmente opuesta. El transaccional prefiere remarcar las ventajas de lo que se vende para llamar la atención del consumidor y hacer que compre; no persigue la fidelización, solo se centra en la compra.
El rendimiento de esta metodología puede ser bastante elevado, pero en un plazo de tiempo reducido. La mayoría de firmas apuesta a día de hoy por el marketing de relaciones, ya que contar con clientes fieles es la mayor garantía de conseguir un flujo de ingresos constante y duradero, siempre con la opción de crecer.
Para qué sirve el Marketing Transaccional
El marketing transaccional sirve para que una gran porción del público capte las bondades de un servicio y/o producto y acaben recurriendo a él, convirtiéndose en clientes de la firma en cuestión. Como hemos indicado, su finalidad no es la fidelización, sino la venta. No importa que el consumidor compre una vez y deje de recurrir a la marca, ya que la experiencia del usuario y la atención no son sus prioridades.
Ayuda a conseguir un alto volumen de ventas en poco tiempo, pero no garantiza una estabilidad a largo plazo. Es una estrategia más de impacto que de permanencia.
Ejemplos de Marketing Transaccional
Como ejemplo de marketing transaccional podemos pensar en la venta de un refresco. La compañía lo promociona como el más refrescante y sabroso para conseguir las ventas, pero no se esfuerza en forjar una conexión con los consumidores.
Aplicando este concepto a nuestra agencia, podríamos usar como ejemplo una campaña centrada en vender una aplicación elaborada mediante nuestro servicio de desarrollo de apps. Promoviéndola como la mejor del mercado, podríamos venderla a consumidores que pagarían por ella; pero no nos centraríamos en promover nuestro servicio ni en hacer que se quedaran con nosotros para recurrir a lo que hacemos en el futuro. Una venta puntual, sin un cliente fiel.
Más información sobre el Marketing Transaccional
Para obtener más información sobre el marketing transaccional, puedes echar un vistazo a a continuación para aprender más al respecto.