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ToggleFrente a las grandes oportunidades de negocio que han surgido en el entorno online, emprendedores y profesionales de cualquier índole no han dudado en abalanzarse sobre este medio para sacar beneficio. Y, a la par, los expertos y empresas de marketing crecen por doquier para dar respuesta a esta gran demanda. Pero, ¿quién puede asegurar que sus servicios sean efectivos?
Quienes trabajamos dentro de este sector, conocemos sus entresijos, características y dificultades, e identificamos con rapidez a los vende humos del marketing. En este post, nuestra intención es ayudarte a que tú también sepas cazarlos a tiempo, para que tu negocio no se vea comprometido, y no pierdas tiempo ni dinero por la mala praxis de un supuesto profesional.
Pautas para detectar vende humos en Marketing
Queremos dejar claro que nuestro fin no es tildar a nadie de vende humos del marketing, ni ejercer acusaciones concretas, sino proporcionarte una serie de pautas que te sirvan para establecer una criba a la hora de buscar profesionales.
Además, no creas que los vende humos existen solo en este sector. De hecho, igual piensas que el término “vende humos” es de aplicación reciente, pero lo cierto es que fueron los romanos los primeros en acuñarlo. Concretamente, en el Derecho Romano se definió como venditio fumi a las “promesas falsas que se realizan para obtener un favor de un funcionario público”.
Y es en las promesas falsas donde reside el mayor peligro. Pues, en el contexto que nos compete, con ellas no solo se arriesga el porvenir digital del cliente, sino que además se enmascara a los verdaderos profesionales.
Sin más dilación, estas son las pautas que te ofrecemos para identificar a los vende humos en marketing. ¿Te resulta alguna familiar?
No prestan la atención necesaria a tu negocio
No te conformes con una entrevista previa, donde te presenten el proyecto y se cierre un trato. Pues no se puede prestar un servicio de calidad sin el debido conocimiento previo del negocio. Por ello, lo normal es que al principio tengas que proporcionar la mayor información posible sobre éste.
Cada quien tiene sus métodos, pero una práctica común es enviar al cliente un documento, para que responda a diferentes preguntas, que servirá de guía a quienes se vayan a responsabilizar del proyecto para saber cómo enfocarlo adecuadamente.
Al mismo tiempo, en un servicio de esta índole el trato con el cliente debe ser habitual, para obtener feedback y mantenerle al tanto de todas las operaciones.
No eres parte de la estrategia
Además de la falta de contacto, un vende humos del marketing tiende a dejarte de lado en la toma de decisiones a lo largo del desarrollo del proyecto.
Pero esto no debe ser así. Tu empresa es la protagonista, y tanto tú como tus empleados sois quienes mejor conocéis el negocio y el enfoque último que queréis darle.
Un profesional del marketing te ofrecerá la mejor metodología para conseguir tus objetivos, pero solicitará que intervengas en las decisiones.
Te prometen resultados a corto plazo
Es normal querer obtener resultados rápidamente, pero es importante que todo cliente entienda que la planificación y puesta en marcha de un proyecto digital requiere tiempo, además del margen necesario para obtener resultados.
Por ejemplo, los resultados de una estrategia de posicionamiento online se observarán a medio – largo plazo, y se trata de un proyecto dinámico sujeto a ensayos, donde serán dichos resultados quienes vayan indicando el camino a seguir.
Un profesional del marketing no te prometerá que se alcanzarán objetivos rápidamente, ni que estos vayan a conseguirse al primer intento. Y esa es la sinceridad que necesitas.
En cambio, un vende humos del marketing te contará lo que quieres escuchar y, habitualmente, todos se guían por el mismo patrón, proporcionando una fórmula mágica que para nada coincide con la realidad. Te dirán, por ejemplo, que:
- Conseguirás resultados rápidamente.
- Con su servicio obtendrás plenas garantías de éxito.
- Marcarán objetivos poco realistas.
- Darán a entender que se trata de un camino fácil.
Pero no es un camino sencillo, los servicios de marketing digital requieren mucha dedicación y esfuerzo. Trabajar en este sector implica mantener una formación constante, y existe mucho trabajo de por medio. Por tanto, desconfía de quién no se lo tome en serio.
Te ofrecen un precio inferior a la media del mercado
¿Cuántas veces en tu vida habrás escuchado el dicho de que “lo barato sale caro”? Pues te podemos garantizar que así es.
Como empresarios siempre buscamos la mayor rentabilidad para nuestros negocios, pero justamente este rol te permitirá ser mas consciente del esfuerzo que implica sacar un proyecto adelante, así como la cantidad de factores necesarios para desarrollarlo.
Por ello, sabrás que esta diferencia de precio influirá de forma directa sobre la calidad del servicio que te presten. Así pues, si tienes la oportunidad de comparar precios, no te dejes llevar por el más barato, y trata de obtener presupuestos que argumenten en qué se va a invertir el dinero, con la posterior demostración.
Esconden la realidad con discursos
Desconfía si te sueltan discursos cargados de adjetivos que magnifican el servicio, y que resaltan todos los beneficios que vas a obtener, pero en los que se olvidan de detallar el procedimiento, explicarte cómo se van a obtener esos resultados, así como la forma de medirlos.
De hecho, este último punto es, posiblemente, el más importante de todos, ya que, si no se aplica una estrategia en la que se establezcan métricas, no se conocerán los resultados reales.
No son transparentes
Un profesional será capaz de mostrarte otros casos de éxito, o proporcionarte ejemplos en cuanto a metodologías y proyectos que ya haya puesto en práctica. En el caso de un vende humos, no será tan fácil identificar estos requisitos, más allá de los que el mismo te quiera mostrar.
Para asegurarte de su valía, tendrás que investigar un poco, y tratar de encontrar opiniones reales, experiencias de clientes anteriores e, incluso, intentar informarte sobre la validez de su formación.
Traspasan los límites de la confianza
Hoy por hoy, lo habitual es mantener un trato cercano entre profesional y cliente, a no ser que éste último indique lo contrario. Un entorno de confianza y respeto será lo más adecuado para desarrollar las relaciones entre ambas partes, pero hace falta establecer límites.
Un cliente no es un amigo, y a veces los vende humos del marketing, se olvidan de aplicar los criterios profesionales adecuados para tratar con éste.
En definitiva, trata de respaldarte en quien te transmita tranquilidad, pero te deje claros todos los pros y los contras por igual. En quien más allá de las apariencias, se preocupe más en conocerte que en que tú le conozcas.
Que te trate con profesionalidad, se muestre transparente durante todo el desarrollo del servicio, y que evite la palabrería para dar paso a lo verdaderamente importante: proporcionarte una propuesta de proyecto de calidad.